Lamiako revive su leyenda

La Maskarada inunda en su cuarenta aniversario este barrio de Leioa de personajes mitológicos y de folclore vasco.

Maskarada

 

Prudentzia fue abandonada por Inaxio, su único hijo. Se marchó a navegar después de malvender todos sus bienes. Su madre creyó tiempo después que su hijo llegaba a las junqueras de Ondiz a bordo de un velero de vela blanca. Al comprobar que no se encontraba en él la pena la embargó hasta tal punto que falleció. Las lamias escucharon los lamentos, alzaron su canto y Prudentzia se convirtió en una de ellas.

Esta es la leyenda que da nombre al barrio leioaztarra de Lamiako, donde desde hace cuarenta años se conmemora este mito con la celebración de una fiesta del folclore vasco. Es la Maskarada. Como cada último viernes de mayo ayer los vecinos de este núcleo recrearon la leyenda y lo hicieron con la presencia de personajes mitológicos como Mari, Sugaar o Aker, acompañados de gigantes, cabezudos y danzas. Una celebración repartida en tres actos y que concluyó por la noche con un akelarre.

La de este año ha sido una edición más especial, si cabe, de la Maskarada porque se cumplían cuatro décadas desde que un grupo de entonces jóvenes de Lamiako, liderados por José Luis Raymond -hoy prestigioso escenógrafo-, quiso realizar una reivindicación política de la identidad vasca a través de leyenda de Prudentzia. Eran los primeros años de la etapa democrática tras el franquismo. A día de hoy aquella representación se ha convertido en una tradición más que consolidada.

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El correo
26 Mayo 2018