La necesidad de la dantza en las venas

CUANDO las palabras se van, llega la música y el baile, ese lenguaje ancestral de los pueblos con el que se cuenta maravillas. No hay que olvidar que aquella bailarina inmortal llamada Martha Graham nos lo advirtió tiempo atrás: nuestros brazos comienzan en la espalda porque una vez fueron alas. Con ellos se baila, con brazos y piernas; con los brazos se extraen de la cuerda y el viento las melodías que nos llevan y nos traen. En fiestas y romerías, en solemnes celebraciones, en kalejiras y en alegres biribilketas. “No quiero gente que quiera bailar, quiero gente que tenga que bailar”, dijo George Balanchine, aquel bailarín de San Petersburgo que se hizo leyenda en el Mariinski.

Una “llama” por la cultura en los Dantza Tradizionalaren Esker Onak BORJA GUERRERO

En imágenes: Una “llama” por la cultura en los Dantza Tradizionalaren Esker Onak BORJA GUERRERO

Esa necesidad de la dantza corre por las venas de la inmensa mayoría de los ayer asistentes a la VII edidición de los Dantza Tradizionalaren Esker Onak organizado por DEIA de la mano de Bizkaiako Dantzarien Biltzarra y sobre los hombros de apoyo de la Diputación Foral de Bizkaia, el Ayuntamiento de Bilbao y la BBK. Dantza en la calle, a cielo abierto y bajo techo, con medalla de palacio. Por ejemplo, la soka dantza de Busturaildea Erregelak con la que Urdaibai Dantza Taldea dio la bienvenida a los asistentes a la dinámica gala en la que se guardó memoria de Imanol Aretxabaleta, fallecido hace dos meses; donde se aplaudió el afán con el que Gaizka San Pedro y Kontxi Mujika bañan las calles de Bermeo desde Alkartsuna Dantza Taldea; donde se aplaudieron la gran labor recopilatoria de las canciones vasca de Bizkaiko Abesbatzen Elkartea, la recuperación del Erregelak como baile social, los dantzaris que recuperaron el Gorularikak en Iurreta, la labor de la fábrica museo de La Encartada, los bailes de Aurrera Dantza Taldea en Leitza o los pasos dados por Euskal Dantzarien Biltzarra.

Fue un tarde espolvoreada con el ritmo y la emoción. A la misma asistieron la directora de DEIA, Marta Martín; el concejal de Cultura, Gonzalo Olabarria; la voz cantante de la fábrica museo La Encartada, Ainara Martínez Matia; la directora de Cultura, Begoña de Ibarra; Koldo Bilbao, embajador de la BBK; José Mari Oyarzabal, presidente de Bizkaiko Dantzarien Biltzarra (hubo, en los postres, un homenaje a su entrega sin desmayo...), e Ibon Mujika, director de Desarrollo de Negocio de DEIA. El auditorio hervía. En él estuvieron Joseba Sagastibeltza, Enaitz Aretxabaleta, Elene Ansola, Jabo Ortega, Jon Gaminde, José Javier Abasolo, Tiliño; Iñaki Elezkano, Txilibrin, María Ángeles Alonso, Nerea Intxausti, Mundi Flores y un buen puñado de gente que disfrutó de la noche. No en vano eran hombres y mujeres que aman esta tradición, que se nutren de estas raíces. Lo celebraron por todo lo alto, con Yaiza Arrizabalaga como maestra de ceremonias.

Testigos y protagonistas cómplices de tanta felicidad fueron Txema Mulas, Irune Lezameta, Amaia Portales, Marta Alcoceba, Sagrario Alcoceba, Sonia Barrena, Naia Gojenola, Eneko Busturia, Garazi Caloca, Imanol Astigarraga, Mikel Elizaran, Maitane Totorika, Juan Luis Urtiaga, Jon Irazabal, integrante de Gerediaga Elkartea, Txaro Milikua, Iñaki Irazabal; Conchi Vidal, Maxi Collado y Koldo Hierro, presidente del Orfeón de Sestao, todos ellos de la Federación de Coros.

La emoción subía y bajaba por el patio de butacas. Darán fe de lo que les cuento Juanmi Nieto, Nerea Garitaonandia, Iñaki Irigoyen, Izaskun Llona, Joana Pérez, encargada de manejar los hilos en nombre de DEIA; la dantzari Ainhoa Basterretxea, Javi Zabala y el tamboril Koldo San Sebastián; Ana Peña, Garazi Granda, Irune Olivares, Ritxar Perelló, Juanjo Etxebarria, José Vicente Arriola, emisarios de Beti Jai Alai; Gurutze Intxaurbe, Mentxu Larrea y Sorkunde Goikouria, integrantes de Goi-Alde Dantza Taldea, de Erandio; Joseba Etxebarria, Juan Martínez, moviéndose de acá para allá para que todo cuadrase; Jon Irazabal, Sergio Foruria, Mikel Magunazelaia, Iñaki Agirre y Javier Irazabal entre otra mucha gente que vive con pasión en este universo. Cuando llamaron a los cielos del escenario a José Mari Oyarzabal para darle su merecido homenaje y el hombre se emocionó hubo algún que otro lagrimón en el patio de butacas. ¿No me creen...? Pueden preguntarle a Nekane Oleaga, Miren Zulueta, Maite Gorostiaga, Izaskun Olabarria, Aitor Zarate, Nagore Ruiz y un buen puñado de hombres y mujeres que disfrutaron de este encuentro grande que ya mira hacia la primavera. Allí volverán las alegrías.

https://www.deia.eus/cultura/2023/11/29/necesidad-dantza-venas-7578180.html

Deia
Asteazkena, Azaroa 29, 2023